miércoles, 21 de diciembre de 2011

El árbol de la vida









 Mi primera entrada en este blog está dedicada a la citada película de Terrence Malick. Y aunque ya adelanto que es un estilo de filme que puede no agradar a todo el mundo, la impresión que a mi me causó fué francamente inmejorable.
  Para empezar a analizar la película, cabe destacar en primer lugar que El árbol de la vida(The Tree of Life), sigue los patrones del cine de Terrence Malick, aunque tenga un sello de identidad propio. En este caso, se nos relata la vida de una familia marcada por la desgracia desde la perspectiva de un niño(Sean Penn), pero que realmente sirve como pretexto para hacer una reflexión sobre la vida, la muerte, la pérdida e inlcuso el universo.
  En lo relativo a la fotografía(marca de la casa), otra vez volvemos a tener infinidad de planos fijos, llenos de silencio, pero conteniendo una belleza que hace que sobren las palabras. Esto se hace muy patente en las secuencias que se emiten al principio de la película, en lo que se intuye que es una recreación del comienzo del universo. Secuencias y secuencias de imágenes del cosmos, tan sólo acompasadas por algo de música(magistral en numerosas ocasiones) y en muchos momentos mostrando entornos completamente inmóviles. Para muestra un botón.



 Es un estilo de cine diferente, pero que engancha, y completamente reconocible para el que haya visto otras películas del mismo autor, como Malas Tierras, La delgada línea roja o Días de Cielo. En este caso, además, la película fué merecedora de la Palma de Oro en el festival de Cannes. Un reconocimiento que creo fué justamente merecido, porque a pesar de ser una película con un estilo un tanto innovador y muy valorado por la crítica, es también una película que puede ser muy bien digerida por el espectador. Eso si, no nos podemos esperar un thriller de 1 hora y media, si no una película de más de 2 horas que no siempre tiene un ritmo frenético.
 En esta película, además, las interpretaciones de los protagonistas principales(encabezados por Brad Pitt y Sean Penn) están a la altura, aunque hay que decir que el papel de Sean es mucho más exiguo en tiempo que el de Brad. También existen muchas referencias de carácter religioso, pero el fondo de la película es plenamente interpretable.
  Como conclusión, estamos hablando de una película que muy probablemente se convertirá en una destacada referencia del cine de nuestros tiempos, pero que no se puede comparar con casi ninguna de las grandes superproducciones de Hollywood que se hacen a día de hoy, a pesar del atractivo del reparto y del prestigio de su director.